domingo, 31 de octubre de 2010

Asfixia

Suelo escribir poesía cuando estoy afectado por algo, para intentar desintoxicar aunque sea un poco. Por ello os encontraréis con escritos mayortariamente nostálgicos. Este, "Asfixia", es de anteayer, me gustaría poner algo más alegre en esta primera ocasión, pero no puedo contradecir a mi estado de esta última semana sobre todo. Ya habrá tiempo de expresar felicidad cuando esta destaque de entre los yerbajos.
Tanto asfixia en este tiempo el alma
que el más cálido sentido
me hiela este dañado corazón
y el más grande consejo
me envía al cercano desconsuelo.
.
A este dolor queda atada mi razón,
sin un respiro ni tregua
me absorve el mal con su poder
pulverizando en fuego mi vida,
reduciendo en negras cenizas mi ser.
.
Y ni la suave brisa, ni una sóla sonrrisa,
vencen esta amargura con su dulzura
y ni el vibrante sonido de un violonchelo,
ni su esencia de último consuelo
consiguen calmar este tormento.
.
Pasa el dia y su oportunidad
y no puedo evitar que me duela el respirar
y no acaba este interminable infierno
al que no sé como he entrado
y del que no salgo ni mientras duermo.
.
Pasa el tiempo y sigo siendo un débil preso,
navegando entre tormentas y espejismos
sin poder al fin atracar, siguiendo inmerso
en un basto océano de profundos abismos.
Cazadores de almas, asesinos de sus sueños.

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